reseña
Patacones De Mi Tierra es un restaurante que ofrece a sus visitantes platos elaborados con un delicioso ingrediente principal como es el platano verde convertido en patacón.
Quien llega a nuestro restaurante vive una experiencia única debido a la sazón que tienen nuestros platos y sus ingredientes de alta calidad.
Nuestro personal capacitado en atención al público, y profesional en la preparación de alimentos hacen que podamos garantizar que cada uno de nuestros platos cumplan con las espectativas de las personas y familias que nos visitan dia a dia.
Ubicados en la plaza de comidas del Centro comercial Gran Plaza de la ciudad de Florencia y próximamente en La plaza de comidas del Centro Comercial Gran Plaza San Antonio en la ciudad de pitalito buscamos llevar a cada uno de nuestros visitantes platos y sabores exclusivos que seguro van a querer repetir.
Visítenos y denos el privilegio de llevarlo en una experiancia inolvidable por medio de nuestros exclusivos platos.
Albert Andrei Tovar.
Yolina Facundo.
HISTORIA
Esta empresa, propiedad de una pareja de esposos caqueteños, ha logrado un reconocimiento absoluto en los tres años de funcionamiento gracias a la exquisitez de sus patacones y a la calidad e inocuidad con la que preparan cada uno de los alimentos y bebidas.
Pero detrás de esta excelente marca existe una historia de superación, perseverancia y emprendimiento que pocos conocen y de la cual son protagonistas Albert Andrei Tovar Coronado, un ingeniero de alimentos egresado de la Universidad de la Amazonia, y su esposa Yolina Facundo, contadora pública del mismo alma máter.
Esta pareja de profesionales caqueteños han invertido esfuerzo, tiempo, y dedicación en un proyecto que inició como un sueño cargado de obstáculos, pero que poco a poco se convirtió en toda una realidad.
Al culminar la etapa universitaria, y enfrentados ante un mundo en que las oportunidades laborales aún para los profesionales son escazas, Albert y Yolina, decidieron apostar por la creación de una empresa propia, aprovechando el talento y los conocimientos de cada una de sus disciplinas.
Fue allí cuando surgió la idea de invertir en un restaurante diferente y con un producto novedoso como los patacones. Pero esa primera etapa no fue nada fácil, ya que tras conseguir un crédito financiero para adquirir un restaurante, el propietario del local comercial decidió no vender su establecimiento.
Posteriormente, y tras negociar otro local, un hecho trágico impidió la compra de un segundo restaurante, “cuando íbamos a realizar el cierre del negocio, al propietario se le presentó un viaje y me dijo que cuando regresara firmábamos todos los papeles, pero desafortunadamente en ese viaje el dueño sufrió un accidente y falleció”, recuerda Albert.
Ese lamentable infortunio nuevamente truncó las ideas de emprendimiento de Albert y su esposa, por lo que durante algún tiempo el joven ingeniero de alimentos no solo debió conducir taxi, sino que además debió pagar los intereses de la deuda contraída para realizar la inversión en el restaurante de sus sueños.
Nuevamente, el temple de esta pareja de esposos salió a flote para no decaer en su idea de tener un propio negocio. Es ahí cuando el destino interviene y cruza en el camino de Albert a la esposa del hombre que había prometido venderle el local comercial antes de su fallecimiento. Luego de algunos diálogos finalmente llegan a un acuerdo con el que la pareja de profesionales caqueteños inician Patacones de mi Tierra en un local comercial cercano a la Universidad de la Amazonia.
Desde ese momento, con las adversidades normales que conlleva la creación, consolidación y sostenimiento de una empresa, han logrado crecer de manera exponencial, cambiando a los pocos años de local y ubicándose en el centro comercial Gran Plaza, donde su reconocimiento es cada vez mayor.